Teorías de la personalidad - EL ARTE DE AMAR.

Teorías de la personalidad

Valentin Suchy

ERICH FROMM

EL ARTE DE AMAR.

 

En esta primera parte del libro, Erich Fromm nos presenta la problemática de la conceptualización del amor en nuestro tiempo a la vez que indaga en su significado y nos lo presenta como la respuesta al problema de la existencia humana.
Sostiene que para amar hace falta humildad, coraje, fe, y disciplina. Rasgos que son raros en nuestra sociedad y que por eso también es rara la capacidad de amar
I-¿ES EL AMOR UN ARTE?
El amor es un arte y como tal exige conocimiento, esfuerzo y dedicación, y no es como se piensa una cuestión placentera, fruto del azar y con lo que se tropieza de casualidad. Casi nadie piensa que hay que aprender acerca del amor.
Este error se debe principalmente a las siguientes premisas:
Primera premisa: para la gente el problema de amor consiste en ser amado y no es amar, y para sentirse digno de ser amado se ha creado un estándar que es una mezcla entre sex-appeal y popularidad.
Segunda premisa: es la suposición de que el problema del amor es un objeto y no una facultad. “para amar hay que encontrar el objeto adecuado, entonces será sencillo” o para ser amado por él. El concepto actual del amor romántico ha acrecentado este concepto de objeto del amor. Este objeto se presenta como un premio dentro además de nuestra lógica de mercado en la que tratamos de apropiarnos del mejor objeto disponible acorde a nuestros límites de intercambio.
Tercera premisa: la confusión entre la experiencia inicial de enamorarse y la situación de permanecer enamorado.
En nuestra sociedad prevalece la actitud de que no hay nada más fácil que amar, a pesar de las numerosas pruebas de lo contrario, ya que pocas empresas nacen con tantas expectativas y acaban en fracaso. Para que esto no suceda hay que tomar conciencia del amor como arte y aprender sobre el cómo se hace con un arte: dominar teoría y práctica hasta el punto de que estas conduzcan nuestra intuición. El dominio del arte debe convertirse en asunto de suma importancia.
II-LA TEORIA DEL AMOR:
1-EL AMOR, LA RESPUESTA AL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA HUMANA
La conciencia del hombre es la causa de su separatidad y esa sensación de estar separado y desvalido. Esta conciencia de separación humana, sin la reunión por el amor, es la fuente de la vergüenza y al mismo tiempo fuente de angustia y culpa.
La necesidad más profunda del hombre es superar la separatidad y abandonar la prisión de la soledad. La historia de la filosofía y la religión es la historia de la búsqueda de esa respuesta.
La forma de superar el estado de separatidad puede consistir en diversas clases de estados orgiásticos. Estos son trances producidos por drogas, o experiencias sexuales como se pueden observar en ritos de numerosas tribus y civilizaciones de la antigüedad. Después de la experiencia orgiástica el hombre pasa un tiempo sin angustia y cuando esta vuelve a aumentar se repite el ritual.
Esto funciona adecuadamente cuando vives en una tribu pero es muy diferente en sociedades no orgiásticas donde los que eligen ese camino terminan sintiendo culpa y remordimiento volviendo estas prácticas mucho más compulsivas.
Toda forma de unión orgiástica tiene tres características: son intensas, ocurre en la personalidad total (cuerpo y mete) y son transitorias y periódicas.
Nuestra sociedad siempre ha intentado superar la separatidad a través de la unión, lo hace la religión (todos somos hijos de dios) y lo hace la democracia con su concepto de igualdad. Actualmente en las democracias se da una unión por conformidad, dictada por la rutina y que al no ser intensa no es suficiente para aliviar la separatidad, lo que se ve reflejado en la frecuencia del alcoholismo, la adicción a las drogas, la sexualidad compulsiva y la tasa de suicidios.
Es porque son respuestas parciales al problema de la existencia. La solución plena se encuentra en el logro del amor interpersonal, la fusión con otra persona, el amor.
El deseo de fusión interpersonal es el impulso más poderoso que existe en el hombre, sostiene a la raza, el clan, la familia y la sociedad.
Aquí hay que hacer una diferenciación entre amor y unión simbiótica.
La unión simbiótica tiene dos formas: la pasiva que es de sumisión o masoquismo, donde se supera la separatidad uniéndose a una persona que lo guía y lo protege. Y la forma activa, de dominación y sadismo donde el individuo escapa a la soledad aprisionando a una persona que lo realce.
Estas formas de unión son un fracaso en ambos casos ya que los individuos pierden su integridad.
En contraste con la unión simbiótica el amor maduro significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad a la vez que supera su separatidad. Se da la paradoja de dos seres que se vuelven uno y, no obstante, siguen siendo dos.
El amor es una acción, una práctica que solo puede realizarse en libertad y jamás como resultado de una compulsión.
Amar es dar y en nuestra sociedad existe un malentendido en el que se concibe el dar con la consecuencia de renunciar a algo. Esto se debe al carácter productivo y de mercado de nuestra sociedad. Pero dar produce una mayor satisfacción que recibir por ser una expresión máxima de vitalidad. Dar también implica en convertir a la otra persona en un dador ya que el amor es un poder que produce amor. El dar implica ciertos elementos básicos: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento. “el amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos”
La necesidad básica de fundirse con otra persona para trascender a la separatidad se vincula íntimamente con el deseo de saber el secreto del hombre.
Hay otra manera más desesperada de conocer este secreto; por el poder absoluto sobre otra persona, el extremo del sadismo, torturarlo hasta que traicione su secreto en su sufrimiento. El otro camino es el amor como penetración activa en la otra persona en la que se satisface el deseo de unión. En el acto de penetrar en otra persona me descubro a mí mismo y por esto la única forma de alcanzar el conocimiento total consiste en el acto de amar. Un acto que trasciende al pensamiento y la palabra.
Por encima de la necesidad existencia de unión surge otra más específica y de orden biológico. El deseo de unión entre los polos masculino y femenino debido a la polarización sexual del hombre. El hombre y la mujer solo logran la unión interior, con la unión de su propia polaridad masculina y femenina que es la base de toda creatividad.
2-EL AMOR ENTRE PADRES E HIJOS
Al nacer el niño no tiene conciencia de sí mismo. Solo tiene la estimulación positiva del amor y el alimento que es su madre. La madre es satisfacción y seguridad dentro de su estado de narcisismo permanente.
Poco a poco el niño va aprendiendo a percibir cosas diferentes y poseedoras de existencia propia y poco a poco va aprendiendo a manejarlas. Todas esas primeras experiencias con su madre se integran en la experiencia de “me aman”, “me aman porque soy”. Es una experiencia pasiva.
Entre los 8 y los 10 años aparece un nuevo factor, un nuevo sentimiento de producir amor por la propia actividad. El ideal del amor se transforma de ser amado a amar. En relación con el desarrollo de la capacidad de amar esta la evolución del objeto amoroso, se da un paso del amor a la madre hacia el amor al padre. La madre representa el amor incondicional y el hogar, mientras el padre es el amor merecido y condicional y el mundo exterior. El infante primero necesita el amor incondicional de la madre y después necesita el amor del padre, su autoridad y su guía.
En un tipo ideal la madre debe querer que su hijo se torne independiente y que el separarse de ella debe ser parte de su vida. Mientras que el amor paterno debe ser paciente y tolerante, permitiendo al niño ser su propia autoridad dejando de lado la del padre.
Así la persona madura llega a la etapa en que es su propia madre y su propio padre. Para que una persona este sana su conciencia materna y su conciencia paterna deben estar equilibradas.

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