DONALD WINNICOTT
UNIVERSIDAD
CRISTOBAL COLON
NOMBRE DEL
PROFESOR(a): DELFINA MELGAREJO THOMPSON
NOMBRE DEL
ALUMNO(a): TANIA SOTO DE RIQUER
TEMA: DONALD WINNICOTT
FECHA:
18/MARZO/15.
BIOGRAFIA:
(Plymouth, 1896 - Londres, 1971) Pediatra y psicoanalista británico. Estudió en la Universidad de Cambridge y, después de ejercer la pediatría durante más de cuarenta años, se especializó en psicoanálisis infantil. Centró sus estudios en la relación madre-lactante, considerada como una unidad indisoluble, y enunció la teoría del «objeto transicional». Entre sus obras destacan El niño y el mundo externo (1957), Escritos de pediatría y psicoanálisis (1958) y La consulta terapéutica y el niño (1971).
Winnicott dio del desarrollo infantil una visión que integra los procesos de transformación biológica con la elaboración psicológica que el niño hace de los mismos, proceso para el que acuñó el término self (en inglés "sí mismo"). A pesar de que no era un psicoanalista de niños, su contribución en este campo ha sido esencial y duradera. Durante algún tiempo fue discípulo de Melanie Klein, de la cual se distanció ligeramente en el momento de la disputa entre ésta y Anna Freud. Pensador solitario, no sistemático, con intuiciones geniales, fue notablemente influido por su actividad como pediatra.
Para Winnicott no existe "un lactante", sino "un lactante con alguien": de ello se deduce que el crecimiento psicológico del individuo depende de la posibilidad de tener inicialmente a disposición un "ambiente facilitador", es decir, "cuidados maternos suficientemente buenos" que consientan el desarrollo de las potencialidades innatas. Si ese apoyo es deficitario o inexistente, el niño se encuentra expuesto a traumas a los que no consigue hacer frente ("primitivas angustias mortales" o "angustias impensables"), preludio de la evolución psicológica, o bien crea defensas más evolucionadas, a las que el autor denomina "falso Yo". En estos casos, la mente del niño puede asumir parte de las funciones maternas, es decir, el pensamiento se convierte en un sustituto de los cuidados maternos: "el niño se hace a sí mismo de madre por medio del entendimiento, de entender demasiado". La consecuencia es una grave escisión entre el "falso Yo" y el "verdadero Yo" psicosomático, "escondido y quizás perdido".
La angustia asociada al descubrimiento del "no-Yo" vendría atenuada y elaborada por el objeto transicional, el cual constituiría la zona de la ilusión: no es "Yo" ni "no-Yo", y representa el lugar de paso de la fusión con el ambiente a la separación de éste.
El pediatra británico estableció una conexión entre el buen uso del objeto transicional y el desarrollo del juego, de la creatividad; por el contrario, un mal uso puede conducir al fetichismo, a la mentira, a la drogodependencia o a los rituales obsesivos. Otros aspectos de sus teorías recuerdan conceptos propios del pensamiento kleiniano. "La actividad social -escribe- no puede ser satisfactoria a no ser que se base en un sentimiento de culpa personal respecto a la agresión". Los trabajos más rigurosamente clínicos del autor son coherentes con el desarrollo de su pensamiento, centrándose en la función de "contención" ("holding") del analista y de su marco ("setting"), en el uso de la regresión y en la capacidad del analista de aprender de su propio paciente.
ANTECEDENTES INTELECTUALES:
• Donald Winnicott estudió el desarrollo del individuo centrando su atención en el paso del niño del estado de dependencia absoluta al de una dependencia relativa en la que acepta la existencia del "no-Yo". Esta operación fundamental se centra en la capacidad del niño para usar el "objeto transicional", constituido por un juguete, la esquina de una cubierta o cualquier otra cosa, cuya posesión constituye una actividad antidepresiva.
• Su obra fue original; centró sus estudios en la relación madre-lactante y la evolución posterior del sujeto a partir de tal relación.
• En 1940, Winnicott fue uno de los pocos que se opuso (apoyándose en la ciencia) al uso del llamado electroshock. Fue presidente de la Sociedad Psicoanalítica Británica, entre 1956-1959 y nuevamente entre 1965 a 1968.
SUPUESTOS TEORICOS:
• Verdadero y Falso Self:
Winnicott usa el término 'self' para describir tanto el 'yo' como el 'self-como-objeto', y lo hace como una organización psicosomática que emerge desde un estado arcaico no-integrado en etapas graduales.
Verdadero self:
Solamente el verdadero self puede ser creativo y solamente él puede sentirse real.
Muy cerca de la idea de Ello propuesta por Sigmund Freud, y originado en el funcionamiento de lo somático, para Winnicott el verdadero self es el corazón instintivo de la personalidad, la capacidad de cada infante para reconocer y representar sus necesidades genuinas con expresión propia. Aparece espontáneamente en cada persona y se relaciona con el sentido de integridad y de continuidad. Este espontáneo self y su experiencia de sentirse vivo es el núcleo de la autenticidad.
El verdadero self arcaico irá evolucionando hacia la gestación de un mundo interno original y personal, y ello será así si la satisfacción de las necesidades no obstaculiza la continuidad de la existencia. Cuando el infante expresa su gesto espontáneo es indicación de la existencia de un potencial verdadero self: éste comenzará a tener vida a través de la fuerza transmitida al débil yo del infante por la madre receptiva. Este proceso de desarrollo depende de la actitud y del comportamiento de la madre: la madre suficientemente buena es repetidamente receptiva a la ilusión de omnipotencia de su pequeño y hasta cierto punto la entiende, le da un sentido. Esta aceptación repetida supondrá para el pequeño una ilusión de verdad, con lo que el verdadero self se va consolidando. El verdadero self solamente florecerá en respuesta al repetido éxito de la complicidad de la madre ante el gesto espontáneo del infante, de este modo el niño irá creyendo en esa realidad externa que no parece entrar en competencia con su omnipotencia.
Falso self:
Es una estructura de defensa que asume prematuramente las funciones maternas de cuidado y protección, de modo que el pequeño se adapta al medio a la par que protege a su verdadero self, la fuente de sus impulsos más personales, de supuestas amenazas, heridas o incluso de la destrucción.
Si la madre no es suficientemente buena y no es capaz de sentir y responder suficientemente bien a las necesidades del pequeño, sustituirá el gesto espontáneode aquél por una conformidad forzada con su propio gesto materno, de ese modo esta repetida conformidad llega a ser la base del más temprano modo de falso self.
En la base de esta temprana, y en cierto modo fallida, relación con la madre está la incapacidad de ésta para sintonizar, para entrar en resonancia, para afinar con lo más genuino de su pequeño.
El complaciente falso self reacciona a las demandas del entorno y el pequeño parece acatarlas.
* TEORIA DE LA AGRESIVIDAD: Winnicott considera a la agresión desde una perspectiva diferente a como se la definía en las grandes teorías psicoanalíticas de su época. Para Freud (1979 [1920]) a partir de su última teoría de las pulsiones, la agresión se vincula a la pulsión de muerte, innata, dirigida al exterior y al otro o contra sí mismo como autoagresión. Winnicott no acepta que exista el instinto de muerte innato ni lo equipara al sadismo como un impulso con finalidad destructiva. Postula en cambio a la agresión como una fuerza que es manifestación de vitalidad y la desvincula del concepto de frustración; aclara además que no debe confundirse con el enojo, al que consideraagresión reactiva y que se origina a causa de una respuesta adversa del ambiente; una intrusión que reprime tempranamente la agresividad-motilidad del niño.
Para Winnicott el odio no es una emoción inicial en el bebé, sino que aparece muy tardíamente e implica poder reconocer al enemigo como otro. El odio se puede considerar como tal cuando hay un yo lo suficientemente integrado como para responsabilizarse de la intención agresiva, lo que se pone en evidencia en las patologías que incluyen problemas de autoestima, en las que se hace manifiesta la dificultad de sentir odio a pesar de la dimensión del daño recibido.
La agresividad, para Winnicott, constituye una fuerza vital, un potencial que trae el niño al nacer y que podrá expresarse si el entorno lo facilita, sosteniéndolo adecuadamente. Cuando esto no sucede el niño reaccionará con sumisión, teniendo dificultad para defenderse, o con una agresividad destructiva y antisocial.
Relacionando el apetito con el desarrollo emocional, Winnicott plantea que la avidez es la forma primitiva del amor asociada con la agresión, es decir que inicialmente existe una sola pulsión de amor-lucha, en la que el amor temprano contiene esta agresión-motilidad (Winnicott, 1986 [1939]).
En la consulta pediátrica Winnicott (1981 [1941]) se dedicó a observar la actitud de los bebés de cinco a trece meses de edad frente a un baja lenguas que él tenía sobre el escritorio. Concluyó que la vacilación para apoderarse del objeto indicaba el grado de autorización o inhibición de la avidez que le había permitido su madre, es decir, hasta qué punto ella pudo aceptar o rechazar los impulsos agresivos del niño. Esta agresividad primaria adquiere diversos nombres para el autor: "avidez", "amor o apetito primario", "amor oral" y en todos los casos se refiere a un concepto ligado a la motilidad, a la actividad y no a la intención de daño.
CARACTERISTICAS DE SU APLICACIÓN:
El objeto transicional se ubica en una zona de procesamiento psíquico intermedio entre lo subjetivo y aquello que se percibe en forma objetiva.
- Permite el despliegue de la experiencia y su elaboración.
- Es la primera posesión no-yo.
- Es apenas un objeto entre el pulgar y la lana, inseparable del cuerpo, diferente de un juguete.
- No es el pecho materno, pero lo representa.
- Posee textura, brinda tacto, contacto corporal y sensaciones (temperatura, consistencia blanda o dura, etc.)
- La creación de este objeto constituye un fenómeno universal que le permite al niño llevar a cabo la “transición” desde la primera relación con la madre (pecho materno) hasta la verdadera relación de objeto.
- El “objeto transicional” inicia un tipo de relación afectuosa.
- No es objeto de la pulsión ni de la identificación: es objeto de posesión.
- No esta destinado a ningún desarrollo ni transformación.
- Con el tiempo se desinviste pero no se olvida; queda “relegado al limbo”.
- No se lo llora, no se elabora un duelo, porque este no es un objeto interno.
- No es un objeto “común”.
- No es el objeto determinado, dado, natural, sino que es creado, puede ser cualquier cosa, pero a su vez es altamente elegido, determinado y se vuelve insustituible para el bebé.
PERSONALIDAD SEGÚN DONALD:
Decía que nacemos con la personalidad, ya que esta es la escencia
de cada individuo, evoluciona pero siempre terminara siendo la misma a pesar de
algunos cambios que pueden hacerse
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