• Refugio.
De vez en cuando, todos necesitamos huir a algún rincón tranquilo para desconectar de las presiones de la vida cotidiana. Aunque los jardines sean cada vez más pequeños, tano en el campo como en la ciudad, casi todos los patios y azoteas pueden convertirse en un refugio. Si rodea el espacio de vegetación, quedara resguardado de las miradas de los vecinos, y el sonido de una fuente o un arroyuelo reforzará la sensación de aislamiento.
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