La tribu que
comiendo cerebros humanos desarrolló inmunidad a enfermedades incurables.
A través de los siglos, el canibalismo
practicado por una comunidad aborigen de Papúa Nueva Guinea, desarrolló entre
sus miembros una mutación que los protege de enfermedades neurodegenerativas
incurables.
Los fore, un pueblo de Papúa Nueva Guinea, se
hizo mundialmente conocido en el siglo XX, a raíz de un brote de kuru, una
enfermedad neurodegenerativa que significa 'temblor con fiebre y frío' en
idioma originario.
A través de los siglos, y hasta la década de
1950, los miembros de esta comunidad practicaron el canibalismo como ritual
funerario, ingiriendo la carne de familiares difuntos, especialmente el
cerebro, para que el ser querido permaneciera dentro de la tribu.
No obstante, tras el brote de la rara
enfermedad infecciosa, el canibalismo fue definitivamente prohibido. Algunas
décadas más tarde, se sabría que el kuru es una enfermedad infecciosa producida
por la ingesta del tejido cerebral contaminado por priones.
Con todo, estudios recientes lograron demostrar
que siglos de consumir cerebros infectados por el kuru, originó la aparición y
fortalecimiento de un aminoácido, entre algunos miembros de los fore. Se trata
del llamado valina, un aminoácido que sirve como protección natural contra los
priones.
El estudio científico revela que la mutación
detectada en los fore los hace resistentes, naturalmente, a todas las demencias
generadas por priones.