La NASA logró establecer que Marte tuvo mares,
ríos y lagunas, como la Tierra, evaporados inexorablemente cuando las tormentas
solares destruyeron la atmósfera que lo protegía. ¿Podría correr igual suerte
la Tierra?
Hace algunos años, la NASA envió una sonda al
planeta marciano para investigar las posibles causas de la desaparición del
agua sobre su superficie. Hoy, el equipo de MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile
Evolution) logró develar finalmente el misterio: una constante tormenta solar
destruyó la gruesa atmósfera del antiguo Marte y, consecuentemente, sus
océanos.
Todo sucedió hace millones de años, cuando
Marte albergaba lagos, ríos y mares, al resguardo de una gruesa atmósfera
gaseosa. El Sol, que durante su juventud fue muchísimo más inestable que hoy,
experimentó una serie casi constante de erupciones solares que, en forma de
tormentas, golpearon los átomos de la antigua atmósfera planetaria.
Hoy, la atmósfera de Marte es incomparablemente
más delgada, a tal punto que resulta imposible que la superficie planetaria sea
capaz de mantener agua líquida de manera constante. Así, el agua marciana se
evapora fugazmente, o se congela.
En cuanto a la Tierra, los científicos
explicaron que, si bien es posible que el efecto de fuertes tormentas solares
debilite la atmósfera, nuestro planeta cuenta con un poderoso campo magnético
actuando como escudo.
Fuente:
Infobae
No hay comentarios:
Publicar un comentario